En el artículo de hoy exploraremos cómo ha evolucionado la perspectiva médica sobre el ejercicio y la recuperación de lesiones a lo largo del tiempo. Analizaremos la visión tradicional, su enfoque en el reposo absoluto y cómo ha dado paso a una perspectiva más moderna, que resalta la importancia del movimiento y la actividad para la rehabilitación. Además, propondremos diferentes ejemplos para entender mejor estas diferencias.

Del Reposo Absoluto (visión antigua) al movimiento como parte de la recuperación (visión moderna)

Hasta hace no mucho tiempo, la visión predominante en el campo médico respecto a las lesiones era la del reposo absoluto. La creencia era que la inmovilización y el descanso completo eran la mejor forma de permitir que el cuerpo sanara. Si alguien sufría una lesión, se le recomendaba descansar y evitar cualquier actividad física que pudiera poner en riesgo la recuperación.

Ejemplo: Si alguien tenía una lesión en el tobillo, se le indicaba mantener la pierna elevada y evitar caminar o realizar cualquier tipo de ejercicio.

Afortunadamente, la medicina deportiva ha avanzado significativamente, y ahora sabemos que el reposo absoluto no siempre es la mejor opción para la recuperación de lesiones. La visión moderna destaca la importancia del movimiento y la actividad controlada como parte del proceso de rehabilitación.

Ejemplo: Para una lesión en el tobillo, en lugar de mantener el reposo absoluto, se recomienda un enfoque más activo, que podría incluir ejercicios específicos de fortalecimiento y movilidad para el tobillo, bajo la supervisión de un profesional de la salud.

De Evitar cualquier tipo de ejercicio (visión antigua) a un enfoque específico y gradual (visión moderna)

En la visión antigua, se pensaba que cualquier tipo de ejercicio o actividad física era potencialmente dañino para una lesión en proceso de recuperación. Se aconsejaba a los pacientes evitar todo tipo de actividad, incluso si esta no estaba relacionada directamente con la lesión.

Ejemplo: Si alguien tenía una lesión en el hombro, se le indicaba evitar todo tipo de ejercicio, incluyendo ejercicios de pierna que no involucraran el hombro.

En contraste, la visión moderna reconoce que el enfoque debe ser específico y gradual. Se recomienda adaptar el programa de ejercicio para que no agrave la lesión, pero que permita mantener la actividad en la medida de lo posible.

Ejemplo: Si alguien tiene una lesión en el hombro, se le puede recomendar evitar ejercicios que impliquen movimientos del hombro lesionado, pero seguir con ejercicios de pierna y cardio, siempre y cuando no causen dolor o malestar en el hombro.

Incluso, hay estudios que señalan que trabajar la parte del cuerpo no lesionada ayudará a recuperar aún mejor la otra parte lesionada, rompiendo también la tendencia de no entrenar una parte del cuerpo solo para no descompensar con la otra lesionada.

Corto vs largo plazo

La visión antigua a menudo se enfocaba en la recuperación a corto plazo, es decir, en permitir que la lesión se cure lo más rápido posible sin considerar necesariamente el futuro a largo plazo.

Ejemplo: Se priorizaba el descanso absoluto para una lesión en la espalda baja, sin considerar la importancia de fortalecer la zona para prevenir futuras lesiones.

La visión moderna tiene en cuenta tanto la recuperación a corto plazo como la prevención de futuras lesiones. Se enfoca en la rehabilitación completa del paciente y en fortalecer el cuerpo para reducir el riesgo de lesiones recurrentes.

Ejemplo: Para una lesión en la espalda baja, se enfatizaría en ejercicios de fortalecimiento de la zona lumbar y el CORE, junto con el reposo relativo en el inicio de la recuperación.

En resumen, la visión antigua enfatizaba el reposo absoluto como solución para las lesiones, mientras que la visión moderna destaca el movimiento controlado y la actividad como parte integral de la rehabilitación. Además, la visión moderna tiene en cuenta tanto la recuperación a corto plazo como la prevención de futuras lesiones. Si sufres una lesión, siempre es aconsejable buscar atención médica profesional para obtener un diagnóstico preciso y un plan de recuperación adecuado para tu caso específico.